Capitulo 17

Capitulo 17

Me vengaré.

Ganaré.

Me vengaré.

Los mataré a todos.

Veo como el aerodeslizador se lleva el cuerpo del único amigo que he tenido.  Quedamos doce en la Arena, lo que significa que once deben morir. ¿Cómo? Aun no lo pensé. Se ha hecho de noche así que me subo a un árbol, coloco la maleta de James como almohada y duermo. Sólo me despierto para ver la cara de James en el cielo y despedirme. “Adiós amigo”

Por la mañana, me como una tira de cecina y bebo un poco de agua. Bajo y me recojo el pelo como puedo. Llego al linde del bosque y veo como los profesionales se dividen, y dejan a Helena sola de vigilancia y los otros se marchan de cacería. 

Perfecto.

Ella se sienta y observa el bosque de vez en cuando, así que me acerco. Veo que tiene una lanza como arma más cercana, pero lo más seguro es que tenga algún cuchillo escondido. Cuando la veo mi primer instinto es matarla pero sufriendo, entonces recuerdo que ella no estaba en la ejecución de James, así que no sería justo. Pero quiero jugar…

-Hola-le digo

Ella pega un salto y me mira fijamente, pero no me tira la lanza

-Siento lo de tu compañero.-me dice- me caía bien así que si te vas ya, no te haré daño.

La miro, parece que lo dice de verdad. Una lástima, porque no pienso irme. Estamos lo bastante cerca como para atacarla por sorpresa, doy  una carrera y la tiro al suelo sin que ella pueda reaccionar lanzándome su arma.

Y sin dificultad le rompo el cuello, así de fácil y limpia acaba la vida de la chica del distrito 1. Suena un cañonazo. Mi padre me enseñó a romper cuellos cuando fuimos de caza para que los animales no sufrieran, así que como agradecimiento su muerte apenas le ha dolido.

-Bueno al menos no te dolió…-mascullo. Me levanto y meto todo lo que veo interesante y de utilidad. Cojo comida, un botiquín, dos cuchillos, varias cuerdas,… pero hay algo que me llama aún más la atención. Algo que me pertenece por derecho. Un hacha

Y con mi botín, corro hacia el linde del bosque. Donde me subo a un árbol y espero para ver la reacción de los profesionales. A la hora llegan corriendo Peter, que no parece muy sorprendido de que su compañera de distrito no este, Alessandra, y los dos del 4º.

El transcurso del día pasa tranquilo, ellos no hacen apenas nada y yo me paso la tarde maquinando ideas. Pico algo de la comida que hoy robe, y parece que ninguno de los descerebrados se da cuenta de que les he robado algo. Seguro que ninguno de ellos sospecha de una pobre chica del 7º.

Por la noche, la cara de la chica del 1º, Helena, ilumina el cielo. Ahora que lo pienso es mi primera víctima, me siento mal por ella. Pero no debe de pensar en ello porque aun me queda mucho que hacer. Siempre recuerdo frases que de algún libro que leí como la de “No quiero morir por dentro solo para respirar”, creo que es la mejor para este momento.

Ahora empiezan los juegos para mí, se acabo la farsa, se acabo fingir, toca de luchar. Es la hora de que me conozcan.