-Veinticuatro- responde Finnick
-Entonces, ¿dos docenas exactas?- pregunta Beete.
-Veinticuatro justos. ¿Cómo los dividimos?
-Podemos quedarnos tres cada uno, y los que queden vivos a
la hora del desayuno ya decidirán sobre el resto – digo yo he instintivamente
Katniss se ríe, lo que me hace mirarla con aprobación porque sabe cuánta verdad
hay en mi comentario.
Esperamos hasta que la ola gigante inunde la sección de las 10 a las 11 y allí comemos. Las horas
de cansancio y sin dormir me están haciendo efecto, aunque aún sigo de pie.
Katniss se ofrece con Peeta a hacer la
guardia. Y a los pocos minutos de acostarme me quedo frita, aunque antes de eso
oigo una única frase de la conversación entre Peeta y Katniss.
-Katniss, no tiene sentido seguir fingiendo que no sabemos
lo que pretende el otro.
Se nota que él la ama, aunque no sé si será ese amor
correspondido. Quizás sea como fue lo de Christhoper y mío. Algo que pasó, pero
que en el pasado se quedó. Sueño con él…
Al levantarme veo como un paracaídas baja del cielo y son de
nuevo los 24 bollitos del distrito 3. Eso quiere decir que hoy que es el día
tres a las 24 horas nos sacaran de aquí. Genial. Tengo que intentar que ni
ellos se matan ni yo la cague tampoco, al menos ya que estoy tan cerca.
Desayunamos y luego veo como Katniss le enseña a nadar a
Peeta, los vigilo durante un rato por si necesitan ayuda, pero como no hay
peligro inminente les dejo y me echo una siesta.
Como si fuera sólo unos minutos transcurridos para mí y son
horas para la realidad, Finnick me despierta. Dice que Beete nos quiere
explicar algo. Este último dibuja en el suelo un círculo y lo divide en
sectores cual tarta, en doce cuñas.
-Si fueseis Enobaria y Brutus, y supierais lo que sabéis
sobre la jungla, ¿Dónde os sentiríais más seguros?- pregunta este como un
profesor.
-Donde estamos ahora, en la playa- dice el rubio- Es el
lugar más seguro.
-Entonces, ¿Por qué no están en la playa?- pregunta Beete de
nuevo.
-Porque estamos nosotros- respondo impaciente.
-Exacto. Estamos aquí, reclamando la playa. Entonces ¿adónde
iríais?
-Me escondería al borde de la jungla para poder escapar si
me atacasen. Y para poder espiarnos.- responde Katniss
-Y para comer- dice Finnick- La jungla está llena de
criaturas y plantas extrañas, pero, al observarnos, sabrían que el marisco es
seguro.
Beete sonríe complacido. – Si, bien, veo que lo entendéis.
Bueno, esta es mi propuesta: un ataque a las doce en punto. ¿Qué pasa
exactamente a mediodía y medianoche?
-El rayo golpea el árbol- dice Katniss
-Sí. Así que sugiero que después de que el rayo golpee a
mediodía, pero antes de que golpee a medianoche, pasemos mi alambre desde ese
árbol hasta el agua de la playa, que, por supuesto, tiene una alta
conductividad. Cuando caiga el rayo, la electricidad viajara por el alambre y
no solo se introducirá en el agua, sino también en la playa que la rodea, que
seguirá húmeda después de la ola de las diez. Todas las personas que estén en
contacto con dichas superficies en ese momento quedaran electrocutadas.
Todos callamos, creo que ya lo entiendo ya que a medianoche
son las 24 horas, el momento del rescate. Pero…
-¿De verdad podrá ese alambre conducir tanta potencia,
Beete? Parece frágil, como si fuese a quemarse.- Pregunta Peeta.
Él le responde muy convencido de que irá bien, pero no me
convence aún.
-¿Cómo lo sabes?- le digo
-Porque lo inventé yo. No es un alambre de sentido estricto,
igual que el rayo no es un rayo natural, ni el árbol un árbol de verdad. Tú
conoces los arboles mejor que nosotros, Johanna. Los rayos deberían haberlo
destruido ya, ¿no?
-Si- respondo
Hablan un rato más, nuestra fuente de alimentación será las
ratas que caza Katniss y unos frutos secos. Y tanto Katniss como Peeta están de
acuerdo con el plan de Beete. Finnick en cambio me mira arqueando una ceja para
saber mi opinión. Este chico es como mi hermano, el hermano mayor que nunca
tuve, quizás mi mejor amigo.
-De acuerdo.- digo al fin.- Es mejor que perseguiros por la
jungla, y dudo que se imaginen nuestro plan, ya que ni nosotros mismo lo
entendemos bien.
Como Beete quiere examinar el árbol vamos antes de que caiga
el rayo del mediodía.
Katniss se pone delante y nos explica que en sus juegos ella
perdió el sentido del oído izquierdo y que se lo arregló demasiado bien en el
Capitolio, entonces oye los Campos de fuerza. Allí, yo voy a por agua y los
demás se encargan de más cosas.
Beete vuelve con una astilla del árbol, que es desconocida
para mí. Y él dice que explica muchas cosas, cosa que nos deja a todos aún más
confusos.
Oímos unos ruidos que provienen de la jungla, mucho más
fuertes que los de ayer. Como pinzas, algo que no es mecánico.
Algo se esta acercando.
*.* Resacte, ya mismo es el rescate y entonces moriré por lo que escribas. Lo sabes, ¿no? :)
ResponderEliminarMentiría, si te dijera que no lo estoy deseando :)
EliminarPor fin me he puesto al dia que mejor momento, algo se acerca y en nada es el rescate, ay me va a dar algo *o* Esto s genial. Sigue en cuanto puedas :D
ResponderEliminarjajaja si puede lo subo esta noche! Me queda terminar una cosilla y ya esta
ResponderEliminarUn besazoo!