Capitulo 8

Capitulo 8

Después de la comida el transcurso de la tarde pasa igual pero aprendo más cosas, como  hacer trampas más difíciles, que alimentos son venenosos,  como encontrar agua en un terreno desierto...etc.

De vez en cuando le echo una ojeada a James que ahora está hablando con la chica del 4, se llama Elisabeth según recuerdo. No es feílla, es rubia de ojos claros y muy morenita. Por ser del distrito que es se considera de por sí una profesional, pero me pregunto que sabrá hacer.

Tengo pensado ya mi plan de hoy y los siguientes días, principalmente hoy me tienen  que ver como una criatura indefensa que no sepa hacer nada, así que me dedicaré a visitar los puestos más simples, que es lo que estoy haciendo ahora. Mañana y pasado no haré eso para nada. Blight nos comentó que en cualquier momento podemos entrenar por separado para que nadie sepa que tenemos algún punto fuerte así que por las tardes me dedicaré a entrenar el cuerpo a cuerpo. En cambio, James y yo hemos hablado de que él se va a dedicar a hacer “amigos” sobre todo chicas. Si, es cierto es bastante detestable pero estamos en un juego y solo gana uno. Por eso está hablando ahora con Elisabeth, su función es ver con quien van a hacer alianzas los profesionales y enterarse de las habilidades de cada tributo.

Cuando subimos a nuestra planta, James y yo compartimos información. Cenamos y Blight nos pregunta que tal el día, y ambos hablamos de lo que hemos hecho y aprendido.

Al terminar de cenar Blight le dice a James que uno de los mentores del distrito 2 y otro del  4 habían hablado con sus tributos porque estos querían que él se aliara con ellos. Y él ni siquiera se lo piensa cuando responde claramente.

-No. Dile que iré por mi cuenta y que muchas gracias.

Y nadie objeta nada, cada uno se mete en su cuarto. Pero como no me consigo dormir salgo de mi habitación y me encuentro a James sentado en la mesa del comedor escribiendo en un cuaderno. Me siento en frente y le suelto.

-¿Qué escribes?

-Pues como lo más probable es que muera en mi intento, quería dejarle una despedida a mis padres.- me contesta

- No crees que estás… no sé, yo no estaría así. Lucha. ¿Qué sentido tiene quedarte parado y penarte por lo que aún no pasó?

-¿Por qué te comportas de dos maneras diferentes Johanna? O eres débil o eres luchadora. No tiene sentido.- Me responde

- Acaso, ¿no entiendes que quiero volver a casa?- me levanto- en la arena seremos aliados, de verdad. Y te doy mi palabra que te ayudaré porque si hay alguien que tenga que ganar tiene que pertenecer al distrito 7. Ya que durante un año entero cada mes darán comida a todo el distrito y sólo porque uno de los dos ganó estos juegos estúpidos.

Y me marcho.  Con esa idea en la cabeza me acuesto. Durante los días siguientes hago lo que tenía planeado, por la mañana debilidad y fingimiento; y por la tarde me dejan una sala aparte donde un instructor me ayuda a perfeccionar el cuerpo a cuerpo. Al principio es bastante difícil ya que me llevo más de un golpe, en la cara o en cualquier parte del cuerpo y por las noches caigo rendida. James apenas me ha vuelto a dirigir la palabra, pero no es mi culpa que le dijera la verdad. No me gusta decir las cosas de esa manera pero no quiero cogerle cariño a nadie, porque después pasa lo que pasa  acaban muertos, como el abuelo o como mamá, o como incluso el tío que nunca conocí, y al final sufro por ello.

El último día por la noche Blight junto a Shirila y a nuestros respectivos estilistas que cenan con nosotros, Tobías y Carrie, nos recuerdan que mañana serán las sesiones privadas y que tenemos que enseñarles todo lo que sepamos para que consigamos muchos patrocinadores.

Nos desean buena suerte y nos dicen que descansemos bien para mañana. Antes de marcharme Tobías me para y me dice

-Johanna, sabes mucho enséñaselo a los Vigilantes y que vean de lo que eres capaz-y me sonríe. Y yo asiento y le sonrió.

Me da mucha pena mentirle, mentirles a todos porque no saben lo que planeo hacer mañana.