Capítulo
34
No os
voy a mentir, esto es peor que la Arena.
Desde
que volví a mi distrito, nada ha vuelto a ser lo mismo. La gente antes me
ignoraba y ahora me miran cuando paso o me saludan con mucho respeto. Al
principio fue genial por el hecho de que gracias a mi van a tener más comida.
Pero… no se ya que hacer. Christopher no me habla, a veces lo veo mirándome por
el pueblo, pero ni le hablo ni él me habla.
Caroline
en cambio me acepta por igual, pero se ha sacado novio y me visita poco.
Ahora
vivo en la Aldea de los Vencedores con mi padre, no sabéis la alegría que tuvo
el día que nos encontramos, no paró de sonreír sin separarse de mí. Y no para
nunca de repetirme que está muy orgulloso de mí. Nuestra casa está junto a la de Blight y
muchas veces salgo con él ya que no tengo muchos amigos. Se celebraron fiestas
allí y fue genial, cuando la cosa se tranquilizó fui a visitar a la familia de
James.
Su
madre me abrió la puerta, me dijo que su marido no estaba pero que pasara. Le
di el pésame y le prometí que siempre le iba a ayudar con lo que necesitase. Vi
a Ana asomando su cabecita morena por la puerta y me acerqué a ella. Se quedó
mirándome y le dije de ir a dar un paseo, ella aceptó
-Ana,
quiero que sepas que tu hermano te quería mucho, lo sabes ¿no?- le digo de
corrida porque no se me dan bien los niños pequeños- si necesitas lo que sea
aquí me tienes de verdad.
Ella no
responde inmediatamente pero le prometo que volveré a visitarla y así hago cada
dos días, con el tiempo ella empieza a
hablarme y nos hacemos amigas. De vez en cuando le llevo comida o dinero a sus
padres.
Cuando
cumplí los 16, todo cambió. Empecé a recibir muchas cartas de fans locos de
verdad. Locos de remate que decían que me amaban y que soñaban conmigo. El
tiempo iba pasando y cada vez quedaba menos para volver a tener que estar
delante de las cámaras en la gira de la victoria.
Una de
las cosas que nadie menciona son las pesadillas que te persiguen cuando ganas
los Juegos, cada noche revives alguna escena de tu estancia allí. Es doloroso y
te va consumiendo poco a poco.
Unas
semanas antes del día que con más terror esperaba, fui a visitar a James y a
mamá. El cementerio estaba en la parte más profunda del bosque al lado
contrario de la estación de tren. Llevaba puesto un regalo que me dio mi padre,
era una capa de color rojo que pertenecía a mi madre .Me contó que se la regaló
la abuela de ésta y que de broma la llamaban en el pueblo “caperucita roja”. Me
pongo la capucha por el frio de la mañana y por el camino voy recogiendo flores
de todos los colores. La primera visita es a mamá. Su tumba está ya de color
gris dejo unas flores y rezo en silencio. Luego me voy a la otra lápida, cuando
llego me quedo un rato mirando y me siento en mis rodillas. La lápida es blanca
ya que es nueva, debajo de su nombre pone “Amado
hijo y hermano, esperamos que estés en mejor vida. Pero recuerda que te
queremos”
Oigo un
ruido y me levanto. Pero no entiendo que hace este aquí y ahora… Pero no puedo
controlar mi boca antes de que diga
Durante un tiempo no se si podré subir más capítulos :( os he dejado en una parte muy interesante ;) tranquilos que en cuanto pueda subo más, espero que os esté gustando :)
ResponderEliminarO.O me gustooo
ResponderEliminarEs sencillamente perfecto *.*
ResponderEliminarChristopher!! :O Que hace aqui? Que querrá? Han sido unos capítulos light pero de nuevo me has dejado intrigada, seguiré leyendo que tengo ganas de saber lo que pasará :)
ResponderEliminarjajajaja wiiiiiiiii
Eliminarme alegro!!