Vuelvo a la habitación y le cuento con broma lo que ha
pasado a Katniss, además le confieso que al menos comí algo más. Pero ella se
queda distraída y al rato descubro porque cuando me pregunta
-Johanna, ¿De verdad lo oías a gritar?
-Era parte de la tortura. Como las rastrevispulas de la
arena, pero real. Y no duraba sólo una hora. Tic, toc.
-Tic, toc- susurra a modo respuesta.
Durante el resto de la semana y la siguiente ambas nos
dedicamos en cuerpo y alma a entrenar, dormir y comer. A Ethan no lo veo mucho,
pero sé que siempre anda cerca porque ahora tenemos que entrenar para
prepararnos para la Manzana. Allí es donde nos hacen un examen y si pasamos
iremos al Capitolio. En general últimamente me graban con Katniss para las
propos y demás. Pero cuando nos dicen que tenemos que ir a hacer el examen me
pongo nerviosa. En ese examen en la Manzana, este está dividido en 4 partes
pero la verdadera razón de mi miedo reside en que una de ellas intentará
hundirte aprovechando una debilidad tuya.
Ese día me llaman la tercera y Katniss me anima con un gesto
en la cabeza.
“Dios mío, que
nerviosa estoy, ni que fuera otra vez a otros juegos, descerebrada…”
Respiro con calma y entro. Allí es como si estuviera en una
calle del Capitolio donde hay trampas y
algunos mutos. Voy junto a un pelotón que está controlado por un comandante e
intento aunque me cueste hacerle caso en todo. Pero por desgracia mi compañero
a mi izquierda se tropieza y pisa una especie de palanca que provoca un gran
temblor en el suelo. Todos nos fijamos como la calle se inunda de repente.
Agua.
No.
Otra vez, no.
No me siento, no noto mis manos ni mis pies. Sólo floto en
el agua, inerte, como un pez muerto que aun tiene conciencia para ver a su
alrededor, pero sin entender.
“-¡HABLA! ¿Dónde están
los rebeldes?- grita una voz cruel en mi oído- Niña. Déjate de tonterías y
dínoslo por tu bien…
Y otra descarga, otro
dolor me recorre el cuerpo empapado…
-¿Te has quedado muda?
¿Ya no tienes más insultos para mi, chiquita?
El hombre gordo se
mueve y se coloca encima de mi, con una mano me agarra del pelo y tira para que
le mire a los ojos.
-¡Contesta!
Otra descarga, y
grito, esta vez no puedo evitarlo. El alarido sale de mi garganta como un
aullido de lobo solitario.
Quiero morir…
Déjenme morir, ya…
Por favor
Lo suplico
Y todo se volvió negro.
Al despertar, vuelvo a estar en el hospital. Al parecer me
volvió loca, empecé a gritar a correr por
el lugar. Para traerme aquí me tuvieron que sedar, me explica Prim, la
hermana de Katniss que se ha hecho enfermera aprendiz. Que triste, que débil e
inservible me convertí. Conectada a la morflina mí cuerpo esta relajado, pero
mi mente furiosa no se conforma con quedarme aquí mientras mis amigos luchan fuera.
No tarda mucho en llegar Finnick, que me cuenta que Katniss,
Gale y él junto a otros van a una misión especial. Dice que no me preocupe pero
si en un caso le pasara algo me obliga a jurarle que cuidaré de Annie.
Al despedirse de mí, llora en mi hombro, pidiéndome perdón
por no darse cuenta de lo mal que estaba yo.
-Lo siento, Johanna. Estaba tan feliz con Annie, que apenas
me fije en nada más. Y tú…tú estabas mal, te habían torturado… y seguías tan
fuerte. Oh, perdóname. Por favor.
Al final ambos volvemos a llorar, como niños. Antes de irse
le obligo a sonreír, es mi mejor amigo, el hermano que nunca tuve. Y lo quiero
mucho.
No tarda mucho en irse Finnick cuando llega otra persona a
verme.
¡Es Ethan! Estoy segura de que es Ethan ¡Juraria por el sinsajo que es Ethan! ¡Ethan esta loco por Joh! Bueno...todos tenemos derecho a quebrarnos. Johanna no deberia enojarse consigo misma
ResponderEliminarMe ha encantado el capitulo, como siempre
jajajajajaja ¿segura? Ya veras:)
ResponderEliminarMe da muchisima pena escribir esta parte, porque es tan emocional :S
Muchas gracias:) Por leer y por comentar!