Capitulo 25

Capitulo 25

 

 

¡ESTOY HARTA DE ESTE SITIO! Puff, no sé a qué hora será el encuentro, principalmente porque no me acuerdo… Así que me levanto temprano y preparo mi equipaje de mano, que consiste en el hacha, el cuchillo de Peter; que me lo escondo entre la bota alta y mi pantalón, (como los profesionales) y algo de comer. Bebo un poco y me refresco en mi río antes de emprender la caminata. Tengo pensado coger la ruta de las colinas y llegar hasta el límite, a la playa. Allí hay como una especie de cueva algo más chica que las que he utilizado pero perfecta para esconderme.

En total en la arena quedamos, Alessandra, Will, Christian y yo. Es decir, este año hay posibilidad de que gane el distrito 2, 4. El mío osea el 7 o bueno es menos probable pero puede que el 12.

Ahora que lo pienso… ¿Christian se meterá en el juego? O ¿se quedará al margen?

Está herido de gravedad y bueno quizás el Capitolio le mande una cura para lo suyo, porque allí en el Capitolio hay de todo. Yo en su lugar, me metería.

Sigo el recorrido que me he marcado sin encontrarme a nadie, así un par de horas. Realmente la arena no es muy grande. Sólo que el hecho de tener que intentar sobrevivir y ganar nubla los sentidos bastante.

Llego al lugar que tenía pensado, me escondo y no veo a ningún tributo a la vista. Tampoco hay ninguna caja con un número pintado, aún.

Sigo escondida un par de horas más y cuando ya estoy tan harta del sitio aparece en mi campo de visión un tributo. Uno que estará más a gusto en esta parte de la Arena que ninguno de los demás. Exacto, es Will; distrito 4, pescado y mar. Va armado sólo con un arpón.

No corre, y vigila a su alrededor, como no ve nadie se mete en el agua. Nada un poco, se para y se queda ahí vigilando la arena. Con el cuerpo sumergido excepto la mitad de su cara bronceada.

Al cuarto de hora se oye una campana y del cielo caen cuatro cajas amarradas a sus respectivos paracaídas cuatro cajas. Cada una de ellas con un número pintado, todas con el mismo tamaño, el tamaño perfecto para que me esconda detrás de una. Y hay un perfecto 7 que me está esperando.

Miro a Will que está mirando el lado contrario al mío, este es mi momento; ahora o nunca.

Salgo corriendo y me pongo detrás de una de las cajas, creo que no me ha visto porque no oigo movimiento alguno. Busco mi caja y es la que por desgracia está más alejada. Mierda.

Vuelvo a mirar el agua. Will sigue allí, y cuando vuelve la mirada hacia otro sitio salgo corriendo hacia mi caja.

¿Cuál es mi error? Fácil, al intentar abrir la endemoniada caja, esta cruje y esto alerta al tributo de mi presencia en la playa.

Ya da igual que me oiga, porque sabe que estoy aquí. Así que agarro mi hacha y abro la caja a la fuerza.

No me da tiempo ver lo que hay en su interior porque algo me coge por la cintura y me estrella contra la arena. Intento verle la cara, aunque ya sé quién es al decir

-¿Preparada para morir, pequeña?