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domingo, 6 de octubre de 2013

Capitulo 54




Se sorprende tanto de que lo ataque, que al saltar sobre él no muestra resistencia y ambos caemos al suelo. Ambos rodamos entre ramas y raíces que sobresalen del suelo y se clavan en mi espalda, hasta que consigo que su gran cuerpo quede debajo del mío.  Lo tengo inmovilizado, e intento clavarle el hacha. Pero no me da tiempo ya que el muy bruto me lanza hacia atrás.
Aterrizo con un golpe sordo en el suelo. Prácticamente me he caído de bruces, aunque rápidamente me levanto como puedo.  Su expresión es como la de un animal enfurecido, cansado por el esfuerzo pero lleno de rabia. Me mira con cara de pocos amigos e intenta embestirme cual toro al ver el color rojo.
Con mucha suerte le esquivo por unos centímetros. En mi distrito no hay toros, pero cuando fui al distrito 10, vi unos cuantos. Allí creo que se trabaja la ganadería y tienen varios animales de ese tipo. Una vez vi como un chaval toreaba a un ejemplar de toro enorme, lo hacía de manera ágil y controlada; sin sentir miedo por el animal que le acosaba. Su truco era mantenerse quieto lo máximo que podía en su sitio y cuando el toro estaba lo bastante cerca se movía. En uno de sus movimientos lo mataba.
Así que pienso en ese momento que esa sería la técnica perfecta ya que Brutus no es muy inteligente por lo que parece.
Me quedo quieta poniendo cara de tranquila y cuando Brutus se tira hacia mí, me desplazo unos pasos y lo esquivo. Así varias veces, consiguiendo que se canse un poco más. Sólo lleva un cuchillo pero podría matarme. Cada vez me cuesta más mantenerme calmada por su cercanía, así que cuando por quinta vez consigo quitarme de su camino le hundo la hoja de mi hacha en la espalda.
Pero aunque cae al suelo, vuelve a levantarse. ¿Qué es un gato? ¿Tiene siete vidas o qué?  Vuelve a lanzarse contra mí, pero como estoy tan sorprendida no me muevo y quedo atrapada entre él  y el frio y duro suelo.  Algo me araña en la cara pero consigo sacarme de la parte alta de mi bota mi daga y se la hundo en su pecho.
-¡Muérete ya!- grito- Por el Ángel.
El empieza a toser sangre empapándome la cara entera. Le resulta imposible luchar, casi al instante cae al suelo fulminado por la estocada de mi daga y cuando  me levanto oigo su cañonazo, ya no tengo que preocuparme por él.
A lo lejos oigo como los gritos aumentan, creo que son Peeta y Katniss que se están llamando, corro como puedo hacia el origen de los gritos. No puede quedar mucho para que caiga el rayo en el árbol y todo aquel que esté cerca de este quedará frito.
No puede morir nadie más. No habían pasado ni cinco minutos desde que comencé a correr cuando el rayo cae y literalmente el cielo explota. Son como cohetes de colores que iluminan el cielo, no la proyección del cielo sino el cielo de verdad. Beete lo consiguió, ha roto la Arena y ahora nos rescataran.



Una sonrisa me ilumina la cara al ver un aerodeslizador en el cielo, este me agarra justo a tiempo  porque caigo debido a un golpe que recibo por un árbol que cae justo encima de mí.
Antes de perder la conciencia, recuerdo que pensé que lo había conseguido. Que volvía a casa, que podría vengarme de la muerte no sólo de Blight, de Mags, de Cecelia… sino de todos los niños que han muerto durante este tiempo.

Fue un momento de felicidad, lo había conseguido.



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