Etiquetas

Archivo del blog

miércoles, 19 de junio de 2013

Capitulo 5


Capitulo5
El Capitolio


Tengo la sensación de que aunque durmiera días enteros seguiría estando cansada, quizás sea el estrés, el miedo a morir ¿Quién sabe? Repito el mismo proceso que ayer pero esta vez cuando llego a la ducha parece que tengo más controlado el tema de los botones.
Hoy me pongo un vestido celeste que encuentro, es de gasa y largo, me gusta. Antes de salir me miro en el espejo y veo que me parezco algo a mi madre, en mi casa apenas me he dado cuenta por lo estropeado que esta mi espejo pero aquí  veo que tengo sus ojos azul triste y su melena ondulada.
Cuando ya hemos terminado de desayunar, el  tren entra en una especie de edificio donde nos esperan muchas cámaras y gente que nos saluda  y grita nuestros nombres. Sobre todo el de James, con quien no he vuelto a hablar desde ayer. Ahora está saludando a un grupo de chicas que le miran embobadas, mientras él les sonríe.
Patético, al salir me dedico a mantener una expresión serena y de vez en cuando saludo. Gracias a dios no tengo que hacerlo mucho porque al poco de salir entramos en un edificio donde James y yo nos separamos y estoy segura de que ha llegado el momento de conocer a mi estilista.
Aunque no me imaginaba que antes de eso tendría que pasar por una tortura. Me depilan cada parte de mi cuerpo, es realmente doloroso. Después me echan todo tipo de potingues pegajosos y olorosos en la piel.
Una hora después de comenzar esta tortura, entra un joven rubio de ojos castaños que me sonríe y me dice: Hola Johanna, me llamo Tobías y seré tu estilista.
-Hola- Es lo único que consigo responderle. Creo que me va a caer bien, principalmente porque hasta este momento no había visto a ningún ciudadano del capitolio vestir tan simple. Lleva unos pantalones caqui con una sencilla blusa blanca, los pelos despeinados y botas abotinadas altas.
En general, los ciudadanos del Capitolio se visten con ropas llamativas, se hacen operaciones para manchar sus cuerpos y cambiarlos a su antojo. Un ejemplo es la secretaria que hemos visto al entrar en el edificio, su piel era rosa fucsia e iba vestida con trozos de distintas telas cosidos entre sí asemejándose a un puzle, imposible no fijarse en ella.

ALGUNOS EJEMPLOS DE CIUDADANOS DEL CAPITOLIO.
- Te voy a presentar  a mi equipo de preparación, esta chica se llama Sasha- y mientras lo dice una joven pelirroja y alta sale de detrás de él, lo único que podría decir que no es natural en ella es lo extremadamente grande que tiene los ojos, es como si se los hubieran agrandados y son de un celeste intenso-, luego esta Kim- Y sale un muchacho de la edad de Blight, que me mira de una manera que no me gusta. Tiene el pelo de color azul, los ojos pintados de un celeste casi blanco y va vestido de negro.-Lamento decir que falta uno de los miembros porque en estos momentos está en el hospital, va a ser mamá- y sonríe.
Tobías se encargará de vestirme para el desfile de esta noche y también para la entrevista que me espera dentro de unos días. Gracias a él puede que algún patrocinador se fije en mí, pero el problema es que el protagonismo suelen llevárselo siempre los distritos 1, 2 y 4. Estos distritos son los llamados Profesionales porque se entrenan antes de venir, y muchos de ellos se presentan voluntarios. Por eso casi todo los años suelen ganar.
-Como sabes en el desfile tendréis que llevar algo que se identifique con vuestro distrito y como el 7 se encarga de la madera y el papel…- Dice Tobías
-Espera, adivino. ¿A qué voy de árbol?- Y él se ríe y asiente.
- Pero no te preocupes, en la entrevista impresionarás. Te lo prometo.
Después de esta charla me llevan a una sala donde me colocan un vestido marrón muy pero que muy ajustado, y me tiñen las puntas de mi pelo de un verde oscuro que va bajando poco a poco hasta ser un verde claro. Y en los pies llevo  unos zapatos que Tobías llama “romanas” de color marrón
Me colocan enfrente del espejo y observo el resultado. Me han convertido en un árbol, uno muy sencillo. Me recuerda a un sauce llorón, puede que sea por mi expresión ausente.
Cuando me pregunta que me parece, le soy sincera.
-Me gusta, pero espero que te trabajes más el de la entrevista.- Y se ríe
- Jajaja no te preocupes, pero una pregunta ¿Te gustan las hadas Johanna?

Lo miro y no dudo en sonreír

2 comentarios: