Capitulo 19

Capitulo 19

Me aburro. Me he levantado hoy temprano y me he recorrido el bosque entero, pero no hay rastro de nadie hoy. Y si esto sigue así, los Vigilantes pronto pensaran la manera de unirnos.

Y estoy en lo cierto, porque pasada una hora cosa así, me encuentro de cara con un jabalí. Pero no un jabalí como los del bosque que si te golpea lo máximo que te hace es un moratón en el culo. Ojalá fuera el caso, éste es sin duda otra modificación del capitolio. Y lo gracioso es que me lo mandan a mí, como si quisiesen ver de qué soy capaz.

Agarro mi hacha con las dos manos y me preparo para la embestida del animal. Cuando se encuentra muy cerca de mí, me echo a un lado y al pasar le clavo un hachazo en la espalda. Eso hubiera bastado para un jabalín normal, pero ¡sorpresa, sorpresa! Esto es un muto.

Da una vuelta en redondo y me mira con unos ojos rojos y grandes; y vuelve a embestir. Podría decir que lo ha intentado varias veces y sin éxito. Lo que me hace pensar que no es un bicho listo. Así que a la siguiente embestida hago algo distinto. Corro y me subo en un árbol, el estúpido muto mira a su alrededor sin darse cuenta de que estoy encima del árbol.

Cuando está exactamente debajo de mí salto y caigo en su lomo, así que deslizo el hacha por su cuello… y ya está.

-Bicho estúpido…- digo mientras le doy una patada. Me miro las manos y veo que están rojas de la sangre del animal.

Recojo mis cosas y me dirijo a mi río, si esto era una prueba; la he pasado con sobresaliente, seguro. De camino miro hacia arriba para que las cámaras vean mi cara, que vean que sigo luchando que soy lo suficientemente fuerte para ganar.

Me dirijo hacia el agua, me quito la parte de la licra y me quedo solo con una camiseta de tirantas y veo mi reflejo en el agua. Ya no me veo igual que antes, mi pelo cae desordenado por mi cara y a causa del sol tengo betitas rubias, en la cara y los brazos tengo pequeños cortes algunos cicatrizando ya y otros aún sangrando. Toco instintivamente el collar que Caroline me regaló, no le he prestado mucha atención; pero lo sigo llevando. Me enjuago y curo mis heridas con el botiquín que robé.

Se oye un cañonazo cuando me estoy poniendo la ropa, no le hago mucho caso, ya somos nueve. Me preparo una buena comida; no sé qué hora será parecen las 5 y no he comido nada en todo el día así que aprovecho bien.

Sigo pensando qué hacer, aún quedan ocho que deben morir y si no están en el bosque quiere decir que estarán en cualquier otro sector, una cosa la tengo clara. No pienso meterme en el desierto, ni de broma.

Ya caída la noche veo en el cielo la cara del tributo fallecido es Caris, la chica del distrito 6.

Todo sigue con tranquilidad pero me topo con dos luces a mi derecha, me escondo a tiempo para ver a los tres últimos profesionales en vida que llevan dos linternas. Son Will, Peter y Alessandra. Y aunque van andando hacia la dirección de la Cornucopia, van parándose de vez en cuando porque van discutiendo sobre algo…

-¡Que te digo que tenemos que encontrarles!- grita Will

-Serás estúpido, venga chico listo dime cómo dos del distrito 10 mataron a tu compañera, eh- le contesta Peter

-¡Callaos los dos ya! Peter, Will tiene razón es el único distrito en los que tanto chica como chico viven y si se han aliado puede que fueran ellos quienes mataron a Elisabeth- Dice Alessandra

-¿Ah sí? Pues yo no lo creo porque Helena habría ganado contra esos dos…- le replica este.

Ósea, que si lo he entendido bien. Creen que Alice y Jasper tributos del distrito 10 son los responsables de la muerte de esas dos ¡Venga ya! Si eran muy delgaduchos ambos y débiles, suerte han tenido de durar tanto.

Y siguen discutiendo sobre este tema y sobre cómo matarlos mientras avanzan. Los miro con odio, los quiero matar a los tres, y quiero matarles ahora.

Pero sería un suicidio

Aunque me vengaré, lo prometo.