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miércoles, 4 de diciembre de 2013

Capitulo 60

Aquí os lo traigo, lo prometido es deuda. Además es un pelin mas largo :) Recordaros que si tenéis alguna recomendación me dejéis un comentario. ¡Espero que os guste!


La sala se vuelve un descontrol, la gente corre de un lado para otro dando órdenes. La presidenta Coin está pegando gritos por teléfono. Yo sigo sin apartar la mirada de la pantalla, donde el caos tiene el control. El chico que me rescató el primo de Katniss, Gale, corre a por la chica que se encuentra tirada en el suelo con el chico herido a su lado. Quien disparó ha sido abatido por dos tiradores rebeldes.
Voy corriendo a contárselo a Beete, Finnick y a Annie. Y nos dicen que han estabilizado a Katniss que pronto llegara al Distrito 13. No aviso a Peeta porque sigue con pruebas para su “problema”. Irónico ¿no?, sobrevivir dos juegos del hambre para que luego te borren la memoria poniéndote peores pensamientos en la cabeza…
No tarda mucho en llegar un soldado y avisarnos. Aunque sólo me acerco yo, ya que los demás se han quedado dormidos y Beete se ha ido a su laboratorio. A medida que me acerco al hospital, donde aún vivo yo, hay más gente entrando y saliendo de las habitaciones. Me encuentro sentado a Gale junto a una sala que está al lado de la mía. Genial, ya tengo una víctima para quitarle Morflina. Desde hace unos días me han ido bajando el suministro y el cuerpo me sigue doliendo. Aunque bueno, la peor parte sin duda, es el hecho de que no puedo bañarme. Desde las torturas con agua en el capitolio, no me puedo tocar apenas el agua sin que me vuelva loca. Bueno, más de lo que ya por si estaba.  Por eso tengo un psiquíatra para mi solita.
-Ei, Gale- le digo mientras me siento junto a él, y me coloco sentada sobre mis piernas.
-Hola, Johanna.- se limita a decirme.
-¿Cómo está?-Le digo- Bien- resopla y se apoya en la pared.
Nos quedamos así durante minutos, lo miro no muy disimuladamente pero él tampoco me echa mucho caso. Es sin duda un chico muy guapo, bueno es ya un hombre, algo más joven que yo quizás dos o tres años. Supuestamente es familia de Katniss, y se parecen físicamente bastante. Pero… hay algo que no me cuadra. Los he visto poco juntos pero él no la trata como si fuera de su familia, la sigue con la mirada, con miedo en ella.
-No creo que me entiendas, no me conoces ni sabes nada de mí. Pero escúchame Gale, cuando te digo que si amas de verdad a una persona tienes que hacer lo mejor que sea por ella, aunque eso te duela. Aún nos quedan tiempos difíciles y lo peor está por venir, así que se listo.
-¿Listo cómo?- pregunta mirándome directamente a los ojos, unos ojos grises.
-No te encariñes con nadie, si no quieres sufrir.- Igual que yo hice con Christopher…, pienso.
Me levanto y él se queda mirándome mientras entro en mi cuarto, aunque realmente no es mío porque Katniss está en la camilla de al lado. Me recuerda mucho a Ana, la hermanita de James. ¿Qué será de ella?
Nos separa una cortina pero veo por un pequeño espacio como ella se levanta y mira confusa a su alrededor. Así que me levanto y aparto la cortina. Se me queda mirando, asustada, parece que aún recuerda que en la arena le ataqué, aunque fuera para ayudarla.
-Estoy viva- dice con voz ronca
¿Enserio? ¿No me va a decir gracias, ni nada?- No me digas, descerebrada.
Me medio tumbo encima de su cama, rozándole la herida de bala. Ella pone cara de dolor, y sonrió vengativa. Veo que aún lleva puesto la aguja de Morflina así que en un segundo se la quito y me la pongo mientras le digo:
-¿Todavía magullada?-me mira y le explico- Empezaron a cortarme el suministro hace unos días, temen que me convierta en uno de esos raritos del 6. Supongo que no te importará, que te la robe en secreto.
Veo como pone cara de aceptarlo. Al fin y al cabo le salvé la vida.
-Quizás los del 6 sabían lo que se hacían: drogarse y pintarse flores en el cuerpo no está tan mal. En cualquier caso, parecían más felices que el resto de nosotros.- le voy contando mientras mi cuerpo se relaja por la droga y me retuerzo un rizo suelto del moño.- Tienen un médico de la cabeza que viene todos los días y se supone que me ayuda a recuperarme. Como si un tipo que se ha pasado la vida en esta madriguera de conejos pudiera arreglarme. Es idiota perdido. Me recuerda que estoy completamente a salvo unas veinte veces por sesión- le digo haciéndola sonreír, si se parece a Ana- ¿Y tú, Sinsajo? ¿Te sientes completamente a salvo?
-Oh, sí, hasta el mismo momento en que me dispararon.
-Por favor, esa bala ni siquiera te tocó. Cinna se aseguró de eso- ya que el traje se lo hizo él, al decir su nombre recuerdo lo que vi y me recorre un escalofrió.
-¿Costillas rotas?- pregunta haciendo que vuelva al presente
-Ni siquiera eso. Estás bastante magullada. El impacto te rompió el brazo, no han podido arreglarlo. No te preocupes- digo tranquilamente- no lo necesitas. Y si lo necesitas, te buscarían uno ¿no? Su trabajo es mantenerte viva.
-¿Por eso me odias? – me dice, buena pregunta…
-En parte- respondo a la ligera- Tienen que ver los celos, sin duda. También creo que eres un poco difícil de soportar con tus cursis dramas románticos y tu pose de defensora de los desamparados. Pero, claro, no es una pose, lo que te hace todavía más inaguantable.  Por favor, tómatelo como algo personal.- quizás podríamos ser amigas, en un futuro donde no corramos tanto riesgo de muerte, claro…
-Tú tendrías que haber sido el sinsajo. Nadie habría tenido que escribirte el guión.
-Cierto, pero no le gusto a nadie- le digo, bueno más bien me tienen miedo.
-Aunque si confiaban en ti para sacarme. Me recuerda. Y ahora te temen.
-Aquí, puede. En el Capitolio eres tú la que da más miedo.
Gale, aparece y me quito disimuladamente la aguja devolviéndosela a Katniss. Me acerco un poco a ella y le digo
-Tu primo me tiene miedo- como si fuera un secreto.
Salto de su lado y al pasar junto a Gale, le doy con la cadera: -¿Verdad, Guapetón?- me rio y justo en el pasillo oigo a Gale.
-Aterrado

“Como todos”, pienso.

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